Al menos 18 personas han fallecido en Europa central a causa de las inundaciones provocadas por la tormenta ‘Boris’.
- 17 sept 2024
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Las autoridades han comenzado a evaluar los daños materiales, mientras se preparan para una posible nueva crecida de los ríos.
La tormenta ha afectado a varios países, desde Austria hasta Rumanía, donde ríos desbordados han inundado pueblos enteros, obligando a evacuar a decenas de miles de personas. Además, numerosas fábricas y almacenes han tenido que cerrar. Estas inundaciones son las más graves en la región en al menos 20 años. Los países más afectados incluyen Rumanía, Polonia, Austria y la República Checa, donde las autoridades locales y nacionales se preparan para posibles nuevos desbordamientos.
En Rumanía, al menos siete personas han perdido la vida en los últimos días. En Austria, un bombero falleció el domingo, mientras que dos ancianos fueron encontrados ahogados en sus hogares. El diario Der Standard informó el lunes de una víctima adicional, sumando más tragedias en medio de este desastre. En Polonia, la agencia estatal PAP registró cuatro muertes, aunque inicialmente se habló de cinco. En la República Checa, tres personas han fallecido y varias continúan desaparecidas, según el jefe de policía Martin Vondrásek.
El canciller alemán, Olaf Scholz, ofreció apoyo a los países vecinos afectados a través de su cuenta en la red social X. Scholz también advirtió que el nivel de los ríos está en aumento en Alemania, representando una amenaza para la población, animales y viviendas. Agradeció a los socorristas y voluntarios por su labor.
Polonia ha declarado el estado de desastre natural y ha destinado 234 millones de euros para apoyar a los damnificados. El primer ministro, Donald Tusk, informó que está en contacto con otros líderes europeos para coordinar la solicitud de ayuda financiera de la Unión Europea.
En Polonia, la presa de Topola se desbordó el lunes, provocando la evacuación de varias localidades. En la ciudad de Nysa, las autoridades pidieron la evacuación de sus más de 40,000 habitantes ante la amenaza de que un dique se rompa y agrave la inundación. Las operaciones de rescate se han visto complicadas por la destrucción de puentes y el colapso de infraestructura crítica.
Más de 12,000 personas han sido evacuadas en la República Checa. A pesar de la mejora en el suministro eléctrico, aún 118,000 hogares carecen de electricidad. En Jesenik, las tareas de limpieza comenzaron tras el descenso de las aguas, que dejaron escombros y vehículos destrozados.
En el este de Rumanía, las inundaciones han devastado pueblos enteros. El alcalde de Slobozia Conachi describió la situación como desgarradora, con familias que han perdido todas sus pertenencias. En Austria, el canciller Karl Nehammer prometió fondos para las víctimas a través del Fondo para catástrofes, con un presupuesto de 300 millones de euros.
Mientras las aguas retrocedían en algunas zonas, otras ciudades, como Breslavia en Polonia, se preparan para un nuevo pico de inundación. Las autoridades húngaras también han movilizado miles de soldados para contener el desbordamiento del río Danubio.
La situación sigue siendo crítica en varias partes de Europa central, con daños económicos significativos aún por cuantificar.



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