China, México y EE.UU.: ¿Quién tiene la ventaja en esta guerra comercial?
- 10 ene
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Un escenario económico y político en evolución
La industria textil y de confección mexicana ha enfrentado fuertes desafíos en los últimos años, especialmente por la competencia desleal de productos importados desde Asia. Durante mucho tiempo, los empresarios nacionales exigieron la implementación de aranceles para proteger su mercado interno. Finalmente, el gobierno federal ha decidido establecer estas medidas en un contexto crucial, caracterizado por tensiones comerciales y políticas con Estados Unidos. Esto ha suscitado interrogantes sobre las posibles motivaciones detrás de esta decisión.
Luis Cantú sugiere que esta acción podría interpretarse como una respuesta a las amenazas arancelarias de EE.UU., pero también parece alinearse con el interés norteamericano de limitar el ingreso de productos chinos al mercado regional. Este doble propósito evidencia la complejidad del entorno comercial global.
### Impacto en las empresas IMMEX
Uno de los sectores más afectados por esta política es el de las empresas adheridas al programa IMMEX, diseñado para fomentar la exportación al permitir la importación de insumos sin aranceles ni IVA. Cantú explica que estas empresas, que en su mayoría producen para el mercado estadounidense, enfrentarán un incremento de costos por los nuevos aranceles aplicados a textiles y productos confeccionados.
Como resultado, muchas compañías están evaluando la viabilidad de mantener sus operaciones en México. Esta incertidumbre ya ha derivado en cierres de plantas y pérdidas significativas de empleos, lo que genera cuestionamientos sobre si el gobierno evaluó adecuadamente las repercusiones económicas al implementar esta medida.
### Abusos en el esquema de Minimis
Otra cuestión clave es la modificación del programa de Minimis, que permite la importación libre de aranceles para productos con un valor inferior a 50 dólares. Este esquema ha sido aprovechado por plataformas como Amazon y Alibaba para introducir productos a precios muy bajos, afectando la competitividad de la industria local.
Con las nuevas regulaciones, los textiles y confeccionados importados bajo este programa estarán sujetos a aranceles, lo que pretende equilibrar el terreno para los fabricantes mexicanos. Sin embargo, esto también podría traducirse en mayores costos para los consumidores y ajustes en las cadenas de suministro globales.
### ¿Una protección tardía para la industria nacional?
Para los productores locales, estas medidas representan un avance en la defensa de la industria textil mexicana. Cantú destaca que la competencia desleal, facilitada en muchos casos por subsidios en los países de origen, ha colocado a las empresas nacionales en desventaja frente a estrictas regulaciones e impuestos locales.
No obstante, la implementación de los aranceles plantea dudas sobre su oportunidad y alcance. Después de años de solicitudes infructuosas, las medidas finalmente llegan, pero en un contexto internacional que sugiere que obedecen más a presiones externas que a una estrategia interna bien estructurada.
### México y su alineación con Estados Unidos
Un punto destacado es la aparente sincronización de México con las políticas estadounidenses para limitar la entrada de productos asiáticos al mercado norteamericano. Según Cantú, esto envía un mensaje contundente: México no será un "puente" para sortear las restricciones aduaneras de EE.UU.
Sin embargo, esta postura también entraña riesgos, ya que afecta a sectores clave que operan legalmente y generan empleo en el país. El reto será encontrar un balance entre frenar las prácticas comerciales desleales y preservar inversiones estratégicas.
### Una política comercial llena de desafíos
La imposición de estos aranceles abre el debate sobre el diseño de las políticas comerciales en México. Cantú enfatiza que, aunque es vital proteger a las industrias locales, también es necesario evaluar cuidadosamente los efectos secundarios en otros sectores y en el empleo.
“Es probable que se requiriera un análisis más profundo para evitar daños colaterales a empresas que operan dentro del marco legal. Proteger la industria nacional es crucial, pero no debe hacerse a costa de otras actividades económicas igualmente importantes”, concluye Cantú.
El impacto de estas decisiones seguirá siendo objeto de discusión en los próximos meses, mientras empresas y consumidores se adaptan a este nuevo panorama.



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