Leonora Carrington: De Artista Desconocida a Fenómeno Mundial
- 21 may 2024
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La pintora y escritora surrealista Leonora Carrington (1917-2011) ha alcanzado finalmente un reconocimiento global en el ámbito del arte y la cultura, según afirma la editora gráfica española María Luisa Fruns.

"Leonora Carrington es la mayor revelación artística de los últimos tiempos. Aunque disfrutó de un importante y merecido reconocimiento en México, a nivel mundial, como muchas mujeres artistas, no recibió la relevancia que merecía", explica Fruns en una entrevista. "No me gusta usar el término 'reivindicación' porque sugiere justicia, pero hoy en día ella se ha convertido en un trending topic y finalmente está recibiendo la importancia y relevancia que merece."
Con más de tres décadas de experiencia en el mundo editorial, Fruns encontró en la vida de la surrealista anglo-mexicana la inspiración para debutar en la novela gráfica con "Leonora Carrington en España" (Turner, 2024), que presentará el próximo 28 de junio en el Instituto Cultural de México en España, en Madrid.
La conversación con MILENIO se produce horas antes de que el cuadro "Las distracciones de Dagoberto" de Carrington se subastara en la casa neoyorquina Sotheby’s por 28.4 millones de dólares (475 millones de pesos mexicanos), triplicando las expectativas y estableciendo un récord para la artista, superando incluso a otros surrealistas como Max Ernst y Salvador Dalí.
"¡Qué buena noticia! Parece que nuestras palabras de ayer fueron escuchadas. La exposición de Leonora Carrington en Madrid se titulaba 'Revelación, manifestación de una verdad secreta y oculta'. Eso es lo que está ocurriendo con Leonora y es lo que pretende mi libro", comenta Fruns.
Editora gráfica, documentalista e ilustradora, Fruns conocía la obra de la artista anglo-mexicana, pero su vida sólo de manera superficial hasta que le pidieron fotografías para el libro "Leonora Carrington. Una vida surrealista" (Turner, 2017) de Joanna Moorhead. A partir de ahí, se documentó leyendo obras como "Leonora" (Seix Barral/Planeta, 2011) de Elena Poniatowska y "Leonora Carrington. Surrealismo, alquimia y arte" (Turner, 2005) de Susan Aberth, hasta llegar a los escritos de la propia artista: "Memorias de abajo" (1943).
"Me pareció fascinante, su historia debía ser visibilizada porque —como digo en el libro— fue una época muy convulsa para ella y para el mundo. Si una artista tan importante había pasado desapercibida, me parecía esencial destacar su paso por España, y decidí hacerlo mediante una novela gráfica", agrega Fruns.
A través del color
Abordar en el libro los momentos difíciles de la vida de Carrington no fue fácil: "Lo más difícil de representar fue el momento de la violación por militares profranquistas en España, es algo muy delicado. El libro mantiene un respeto absoluto hacia el personaje y abordar ese dolor fue muy complicado", señala.
Fruns tuvo clara la representación gráfica desde el inicio de la novela. Utilizó colores cálidos, con una línea ágil y fina, y viñetas grandes para ilustrar la estancia de Carrington en Francia con Max Ernst. Durante la Guerra Civil Española y su periodo en Madrid, el color se vuelve gris y oscuro. Y al llegar al psiquiátrico donde fue ingresada por su padre, las imágenes son en blanco y negro, las líneas desaparecen y se convierten en masas negras, con viñetas más pequeñas.
"De viñetas de página completa pasamos a dos por página y luego a seis viñetas por página para transmitir la sensación de angustia y claustrofobia que debió sentir Leonora. Toda la representación gráfica es absolutamente subjetiva, y fue una de las ideas clave del proyecto", explica.
Fruns cita al final de su libro un fragmento de "Memorias de abajo" donde Carrington explica la utilidad de sus experiencias: "Debo revivir esta experiencia porque, haciéndolo, creo que puedo serle útil; igual que creo que me ayudará, en mi viaje más allá de esa frontera, a conservarme lúcida y me permitirá ponerme y quitarme a voluntad la máscara que va a ser mi escudo contra la hostilidad del conformismo".
A Fruns le sorprende que la pintora llegó a un punto en que era perfectamente consciente de que no podía mostrar su libertad de pensamiento y de expresión en todos los ambientes. "Toma la cautela de distinguir en qué ambientes puede mostrarse tal cual es. Esto, por un lado, le ahorra muchos disgustos en el futuro, pero por otro, coarta su libertad íntima", opina la autora de la novela gráfica.
Si tuviera enfrente a Leonora Carrington, ¿qué le preguntaría?
Le preguntaría cómo pudo encontrar tanto valor y cómo se las ingenió para vivir finalmente de acuerdo con sus propios términos, y a qué tuvo que renunciar para lograrlo.



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