Tepito tiene dos puntos oscuros de atracción turística los conoces?
- 24 oct 2024
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Tepito, conocido como el "Barrio Bravo" en el corazón de la Ciudad de México, ha captado la atención de turistas extranjeros debido a su faceta más oscura. Este fenómeno, denominado “turismo oscuro”, atrae a visitantes de países como Colombia, Panamá, Brasil, Chile y Estados Unidos, quienes buscan experiencias alternativas alejadas de las rutas turísticas convencionales de la capital.
Uno de los principales focos de interés es la peculiar devoción a la Santa Muerte, lo que ha convertido a Tepito en un destino de culto para aquellos interesados en estos rituales. Tanto turistas nacionales como internacionales se acercan para conocer sitios como el santuario de la Santa Muerte y el altar del Angelito Negro, una creación de Alexis, apodado ‘El Chino’, quien lo fundó hace 14 años tras el milagro de la recuperación de su madre del cáncer. Según Alexis, alrededor de cincuenta personas visitan diariamente el lugar, procedentes de diferentes países.

El auge del turismo en Tepito refleja lo que ha sucedido en otros barrios latinoamericanos, como las favelas en Brasil o las comunas de Medellín, donde los visitantes buscan experiencias que impliquen cierto riesgo y un acercamiento a realidades distintas. No obstante, Álvaro López, profesor de turismo en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), advierte sobre la importancia de que los vecinos locales controlen el desarrollo turístico para evitar que el barrio sea visto como un espectáculo exótico.
El impacto del turismo en Tepito puede ser beneficioso si los visitantes consumen productos y servicios locales, lo que podría generar ingresos para la comunidad sin que los habitantes sientan que su cultura está siendo invadida. José Luis, conocido como ‘El Ruso’ y propietario del restaurante tradicional 'Migas la Güera', considera que el turismo puede aportar beneficios siempre que se preserve la esencia del barrio, evitando lo que ha sucedido en otras zonas como Roma o Condesa, donde la gentrificación ha desplazado a los residentes originales.

El interés por Tepito aumenta especialmente durante el Día de Muertos, una de las festividades más significativas de México. El santuario de la Santa Muerte, fundado por ‘Doña Queta’ hace casi 25 años, recibe una gran cantidad de visitantes en esta época. La llegada de turistas representa tanto un reto como una oportunidad para el barrio, que debe encontrar un equilibrio entre el desarrollo económico y la conservación de su identidad cultural.
Desde sus orígenes prehispánicos, Tepito ha sido un asentamiento lleno de historia. En sus inicios, fue una pequeña comunidad mexica llamada Tepetitlán, que en náhuatl significa "cerrito". Tras la conquista española, se convirtió en un barrio indígena empobrecido dentro de la capital del Virreinato de Nueva España. En el siglo XIX, luego de la independencia de México, Tepito se consolidó como un vecindario popular, habitado por obreros, artesanos y comerciantes de bajos recursos, donde su mercado callejero e informal comenzó a definir su carácter.
A lo largo del siglo XX, Tepito ganó notoriedad por sus pulquerías y las festividades del Día de la Santa Cruz. A medida que avanzaba el siglo, el comercio informal y la actividad delictiva también se hicieron parte de su reputación. Durante las décadas de 1940 y 1950, el barrio fue escenario de violentos enfrentamientos entre pandillas rivales, afianzando su imagen como una zona peligrosa, pero vibrante.
A pesar de los problemas de seguridad que aún persisten, Tepito sigue siendo un bastión del comercio popular y un lugar cargado de identidad cultural y comunitaria.



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